A veces nos vamos sin tener la oportunidad de decir lo que realmente sentíamos, o quizá no lo hicimos cegados por el dolor, la amargura, el enojo. Aquí están los adioses, lo no dicho. Ahora, cuando sí podemos escribirlo.
ME VOY
Sí, leíste bien, esas palabras que nunca esperaste escuchar de mi boca, han salido finalmente de este cuerpo que hoy no aguanta una batalla más dentro de esta guerra que ya no tiene sentido.
Tranquila, y espero que esto no te suene a reproche, pero a veces el mejor consejo que te puede dar alguien es cuando se tiene el cerebro caliente y la boca fría, y si decides tomarlo como tal puede que incluso cambie tu imagen ante este momento que por lo menos para mí, es agridulce.
Me voy porque me quiero, porque dentro de todas las necesidades que pueda llegar a tener, hay una persona viva y que vive. Dejé a un lado lo que soy, lo que pensaba, incluso lo que soñaba solo para ver como podía ayudar a cumplir tus sueños o resolver tus problemas porque para mí era importante verte seguir adelante. Pero ¿sabes algo? yo también quiero tener eso en mi vida, el poder escuchar una palabra de aliento o incluso recibir un regaño a tiempo cuando estoy perdiendo el centro, el saber que te importo de la misma forma que tu a mí.
Me voy porque se que no estarás ahí cuando triunfe ante las adversidades de una vida como la mía, cuando estrene ese traje que llevo meses queriendo usar para una ocasión especial, cuando pierda a mi padre o a mi madre, cuando pierda la salud por alguna mala decisión o un vicio viejo, cuando entre a una nueva casa y empiece de cero, cuando decida jugármela y partirme la madre por forjar un futuro para los dos, cuando simplemente me canse de ser un personaje moldeado por mis experiencias y empiece a ser yo de nuevo, ese que solo tu puedas llegar a conocer. No, yo sé que no estarás ahí.
No te lloro porque no lo he hecho en años, porque sé que hoy me toca a mi levantarme porque no llegarás a ayudarme, porque tú te fuiste con tu orgullo y tus miedos a otro lado desde hace ya varios días, porque simplemente tú querías decir “me voy” también pero no tienes el valor para decirlo y es más cómodo esperar a que alguien más lo diga por ti. Despideme de tu orgullo, de tus malos detalles y tratos, de tus celos y de tus manías que en algún momento fueron mi compañía, ellos no tienen la culpa, ya que la culpa la tienes tu de no saber que hacer con ellos.
Gracias por todo, gracias por ser parte de mi historia y mi pasado, por enseñarme a descubrir lo imbécil que puedo llegar a ser pero desgraciadamente, me voy y la sentencia no tiene absolución.
Roque
31años
Lic. en Comercio Internacional
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Es tarde, el reloj marca la hora de salida. Me acerco a ti y al oído te digo si podré llevarte a casa; asientes con la cabeza y salimos juntos.
¿Sabes? Me encanta tomar tu mano y sentir esa conexión de amor entre los dos, caminar junto a ti con esa sonrisa orgullosa de saberse amado; te abrazo y tu cuerpo se amolda al mío camino al auto. Empiezo a manejar sin rumbo y hablamos de cosas sin importancia, reímos a carcajadas a causa de un chiste que tiene todo menos gracia; verte así, alegre, iluminando tu rostro con esa sonrisa y la brillantez de tus ojos enmarcada por tu rizada cabellera, es la imagen perfecta para mis noches de insomnio. Camino a tu destino voy pensando en todo lo que vivimos, nuestros paseos, las charlas interminables, los besos robados y los abrazos que hacían que nuestros corazones siguieran un mismo ritmo. ¿Cómo fue que llegamos a esto? Tú, no eras libre como yo y aun así nos enamoramos a sabiendas de que nuestra relación sería a escondidas. Pero, eso no importaba, yo te amaba y disfrutaba esos escasos momentos juntos y era muy feliz.
Hoy, me voy de ti, este es nuestro último viaje juntos a casa; debo decir adiós pues no puedo luchar contra el amor que sientes por él, luché e intenté que mi amor fuera más grande pero, ¿cómo se lucha contra lo que tú sientes?
Quisiera besarte una vez mas, pero eso haría mas difícil dejarte ir. Te veo bajar del auto y empiezas a alejarte, tu figura se pierde en la oscuridad y así, veo partir mi gran amor, que lo pierdo físicamente y en mi corazón… duerme.
Me voy…
El Escribidor
36 años
Recolector de letras